Hoy nos ha tocado despedir a una compañera, de este largo camino, que es la pasividad anticipada y debemos rescatar el valor de todos aquellos, que cuando se dieron cuenta, de que estabamos en un camino obligado, por los circunstancias politicas de un gobierno caprichoso, y falto de claridad historica, al querer privatizar el Banco de los Cordobeses, y eliminar puestos de trabajo. La señora, que hoy despido, Blanca, se puso inmediatamente del lado que correspondia, es decir junto a todos los que iniciamos las reuniones en la Asociación Bancaria, en calle San Jeronimo, a pesar de las trabas y vallas de ideas que se oponian, siguió adelante y concurrió a casi todas las reuniones de los dias martes de ese entonces y hasta la fecha, junto a otros compañeros de viaje, mientras hubo muchos que se quedaban en sus hogares, mirando como el Banco, el sindicato, y el estado nos negaban, la calidad de empleado y el sueldo real que debiamos, tener, incompleto a la fecha, ella estaba allí, en esas reuniones con sus discursos largos, defendiendo su salario y porque no decirlo, defendiendo tambien a los que jamas pusieron un pie en esas reuniones y no interpretaban lo que hacian, esos loquitos, hoy los que nunca fueron, ya tienen su jubilación, que tampoco defienden, pero antes vieron mejorada su pasividad y haberes, por iniciativa de este tipo de personas, que enfrentaron el problema, pasividad.
Fue una bancaria luchadora y capacitada, la muerte la sorprendió a mitad de camino, hoy la despido, sin haber mantenido una amistad, en esta despedida, merece mi respeto y por haber estado en el primer momento crucial e incial de este dificil camino, laboral, llamado pasividad.